El automovilismo paraguayo se sostiene sobre la figura de las grandes figuras que han sabido inmortalizarse a lo largo de los años, pero entre todos destaca uno que, a 13 años de su desaparición física, mantiene su recuerdo latente en todos aquellos que lo vieron pasar en los tramos de carrera del rally nacional. Su nombre, escrito con letras doradas en los laterales de cada máquina, Francisco “Pancho” Gorostiaga.
Con una pasión que estuvo “dormida” en gran parte de su juventud, Francisco Gorostiaga empezó bastante tarde en el automovilismo deportivo, y es que los primeros pasos los dio primero con las motos acuáticas, compartiendo con grandes amigos como Marco Galanti, José Carlos Grillón entre otros. Justamente, Grillon fue uno de los que le impulsó a subirse a un auto de rallys, llegando a invitarlo a probar…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py