Luego de un inicio poco alentador, el piloto nacional empujó con todo a bordo de su CAM AM Maverick X3 para cerrar la etapa 2 recuperando mucho terreno, a base de paciencia y temperamento superando las dificultades típicas del raid más duro del planeta.
Óscar Santos y su navegante brasileño Lourival Roldan salían a la caza de los 465 kilómetros de etapa partiendo desde la posición 14 en la categoría, pero en el primer control de paso el binomio caía hasta el puesto 38, obligando a la tripulación a remontar a lo largo de una etapa de por sí todavía muy larga.
Y al igual que en la etapa 1, una vez que Santos toma ritmo de carrera se convierte en una máquina para escalar posiciones. Y así lo hizo, con el paso en cada puesto de control empezaba a subir escalones en la clasificación gracias a su buen andar. Ya para el…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py