La tarde, calurosa, no dejaba tiempo para el respiro. El trabajo tenía muy ocupado a Don Antonio, quien, soldador en mano, se encontraba reparando el tanque de un camión. En una de esas, una de las chispas fue más allá de donde debía y el vapor del combustible fue el encargado de terminar de llamar a la muerte, quien se presentó dos veces en tiempos distintos.
Una fuerte explosión se llevó a la primera víctima, el hombre quien se encontraba ganándose del pan de cada día. Además, dejó a otras personas heridas. Cuatro en total. Dos de ellas en muy grave estado al haber quedado inmersos dentro de esa enorme bola de fuego endemoniado que produjo quemaduras impactantes.
Medios encarnacenos confirmaron que un chico de 18 años sería la segunda víctima de esta explosión. El mismo había llegado con más del 95% del cuerpo…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py