Con los ojos húmedos, doña María mira por última vez lo que fue su casilla. Un voraz incendio se le arrebató mucho más que el techo donde trabajaba: “aquí me ganaba el sustento diario para sostener a mis hijos”, dijo. “El fuego parece que llegó como una bala, y rápidamente se llevó todo, se quemaron las casillas con todas las mercaderías, no se pudo salvar nada”, agregó.
Como su local, un total de 16 casillas de metal, ubicadas sobre la avenida Monseñor Rodríguez,…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py