Un comerciante del Barrio Obrero en Asunción, cansado de la inseguridad y de ser visitado por malandros, decidió armarse con un arreador para corregir a los delincuentes. Según mencionó en NPY, el sujeto ya varias veces se llevó mercaderías y sería un adicto de la zona. “Le corregí para que aprenda. Vino ya otra vez para robarme. Le di un ‘remedio’ porque o si no, no hay caso”, sentenció.
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py