Nuevamente vino una contraorden y no se trasladaría a la peligrosa delincuente, Carmen Villalba, quien ordenó al gobierno de Mario Abdo Benítez, poder despedirse de su “hermanito”, el “comandante supremo” del Ejercito del Pueblo Paraguayo (EPP), Osvaldo Villalba, cuyo féretro fue llevado hasta el interior de la cacerolita para que la malandra le “rinda un último homenaje”.
Esto…
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py