El defensor uruguayo de Nacional falleció en San Pablo. Se había desplomado en pleno Morumbí en el juego por Libertadores en Brasil.
Se llevó el secreto a la tumba. Alguna vez, supo jugar fracturado y nunca lo percibió. O sus ansias futboleras le permitieron eludir el dolor. Ahora, entre tanta hipótesis en vano, entre tantos ojos vidriosos que recorren Uruguay, se habla de una vieja arritmia que le pasó factura en plena cancha. Pero lo mismo da. El milagro no ocurrió. Después de…
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py