“Un tropezón no es caída… Es otra lección divina para mi alma”, empezó diciendo Malala Olitte quien quedó chalái luego de un tropezón que la llevó directo a un sanatorio privé este fin de semana largo pukú.
“A veces los planes cambian sin avisar, y ahí entendí que nada es pérdida, todo es aprendizaje. Lo que imaginé no salió así, pero cada desvío me mostró algo que necesitaba ver”, agregó la conductora de “Tercer Tiempo” que tuvo un esguince de tobillo luego de meter mal…
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py
