La mezcla de admiración y fanatismo futbolero puede llevar a una persona a cruzar cualquier límite. En el caso de Humberto Ezequiel, a hacerse un tatuaje del golazo que se mandó su máximo ídolo, Richard Ortiz, en el superclásico del fútbol paraguayo.
“Vi que generó todo tipo de comentarios. Si querés algo o querés hacerte algo lo que menos tenés que pensar es el qué dirán. Quise llevar en mí esa obra de arte de mi ídolo y así lo hice”, contó a Crónica Humberto, quien…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py