Un conductor de la línea 38, harto de la desidia del municipio de Ypané, tuvo que dejar de lado un rato el volante y en su día de descanso se puso a arreglar la calle por donde todos los días debe pasar con mucha dificultad trasladando a sus pasajeros que van de sacudida en sacudida por lo mal que está el camino.
El valécho que se ganó el aplauso de todos se llama Gustavo Vera y hace 15 años es chofer de micro. Está acostumbrado a ver baches, cráteres y todo tipo de obstáculos en su camino. Como la municipalidad de Ypané hizo caso omiso al reclamo, decidió poner mano a la azada y solucionar el problema de todos los que por ahí circulan.
“Es imposible pasar por ese lugar y es nuestro itinerario de todos los días. Ya no se puede pasar por culpa del pozo que hay en nuestro camino. Cuando entramos en la colonia Thompson,…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py