Más allá de los gustos y de la rivalidad trivial entre “team invierno” y “team verano”, las altas temperaturas son cosa seria en estos días. Y los fieles devotos a la virgen de Caacupé lo sienten en la piel.
El Sol es un “peregrino” más en Caacupé. El calor se hace sentir en Villa Serrana como en ningún otro sitio. La sensación de los visitantes ansiosos por encontrar alguna sombra se refleja a cada paso.
Y en una recorrida por las adyacencias de la Basílica de Caacupé, nuestro fotógrafo de Nación Media pudo captar a varios peregrinantes con sus pequeños hijos, a pesar de las insistentes recomendaciones de no exponerlos debido al intenso calor.
A pesar de las reiteradas recomendaciones que el Ministerio de Salud emite año tras año con relación a los niños pequeños, muchos padres asumen el riesgo de traer a sus…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py