La emoción se notaba en sus caras. La impaciencia no les permitía quedarse quietos. Hasta que, en un momento dado, por fin empezó a salir el humo que reveló el sexo de la criatura que se venía. Sin embargo, esa “fiesta de revelación” terminó convirtiéndose en un “sálvense quien pueda”.
Las risas producto de los nervios comenzaron a transformarse en gritos de alegría cuando el humo rosado empezó a salir de una especie de recipiente en el que estaba puesta la bengala….
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py