El exentrenador sueco Sven-Göran Eriksson, quien padece un cáncer de páncreas terminal, consideró que la suya había sido “una buena vida”, expresó su deseo de que se lo recuerde como “un buen hombre”, agradeció a quienes lo acompañaron durante su extensa carrera y, en un emotivo mensaje de despedida, pidió que “no lamenten” su muerte, cuando suceda, sino que “sonrían”.
“Tuve una buena vida, sí. Todos tememos el día de nuestra muerte, pero la vida también se…
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py