
“Guarden distancia” nos señalaban, lo que equivalía a extender el brazo derecho hasta rozar el hombro del compañero que estaba parado enfrente. De esa manera, la formación se mantenía ordenada y se respetaba el espacio de cada persona. Y esa lección, bien aprendida, nos servía para toda la vida: Respetar el espacio ajeno y hacer respetar el de uno, evitando invadir.
Mantener la distancia tenía otras varias connotaciones. El trato respetuoso, pero con cariño hacia los tíos y…
Leer la nota completa: Aquí
Fuente: Abc Color – www.abc.com.py