En la mañana de ayer el presidente del Congreso, Silvio “Beto” Ovelar (ANR, cartista) encabezó una comitiva de funcionarios que intentó “justificar” las millonarias obras de ampliación de la sede del Congreso Nacional por casi G. 5.000 millones, pero el tiro le salió por la culata, ya que además de ser cuestionado sobre el proceso penal en su contra por presunto nepotismo, terminó huyendo de la prensa y suspendiendo las ejecución de los trabajos, ya que a todas luces, buscaban parchar el problema del fondo: que los legisladores llenaron de familiares y operadores políticos el Congreso.
Ovelar guio el recorrido por el subsuelo 1 de la Cámara Baja, yendo hasta la cantina, el “quincho vip” ahora utilizado como comedor y las oficinas de comisiones, intentando mostrar las condiciones de hacinamiento, pero en todo…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py