La crisis arrastrada con relación al platal que el Estado destina a los proyectos de “fortalecimientos” institucionales, mipymes, de reactivación económica pospandemia del covid y la repartija de honorarios detrás entre el clan del presidente del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), ONG que administra los fondos, indica que los más fortalecidos son ellos, que viven facturando a costa de estas iniciativas que al final se traducen en negocio familiar.
Las pocas rendiciones de cuenta de la infinidad de proyectos estatales que administra el CIRD a las que accedimos vía Ley de Acceso a la Información Pública, ya que el hermetismo de las instituciones eludió la entrega de datos, de igual forma, revelan un rosario de facturaciones del clan de Agustín Carrizosa, en el que…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py