El local donde funcionaba el negocio ilegal era una granja, que tenía conexiones clandestinas al servicio de provisión de electricidad, y en la que se hallaron elementos de computación necesarios para la producción de monedas virtuales.
Según registros de la Ande, el robo en concepto de energía en el que incurrían los delincuentes, totalizan 10.000 millones de guaraníes. La criptominería en cuestión funcionaba las 24 horas del día, e incluso estaba blindada con potentes generadores, que se utilizaban en caso de cortes de luz o de apagones derivados del sobreuso del sistema eléctrico.
Las mineras clandestinas pululan en el Alto Paraná, en donde el negocio ilegal despertó a otro rubro delincuencial: el robo a locales ilegales que explotan la producción de criptomonedas.
En efecto, a la par de los robos de energía en que…
Leer la nota completa: Aquí
Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py