Sonriente y siempre amable, Justo Villar hizo una pausa durante el partido que disputaban España y Marruecos por el Mundial de Qatar y nos abrió las puertas del rincón de su casa, donde durante la pandemia desempolvó un montón de recuerdos y montó una suerte de museo con todos los balones, incluso con los que empezó a jugar. Se completa con camisetas, banderines, guantes, botines, trofeos y especialmente siete pelotas mundialistas, todo organizado en una suerte de set a modo de estadio y una mesa de póker en el centro con los elementos de su actual pasatiempo a un lado, el golf.
La colección de Villar tiene los balones mundialistas de 2002 (Japón y Corea del Sur), 2006 (Alemania), 2010 (Sudáfrica), 2014 (Brasil), 2018 (Rusia) y, por supuesto, también ya la de Qatar 2022.
“El balón del que guardo los mejores recuerdos es…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py