La desaceleración registrada en China y Rusia, así como el comportamiento poco auspicioso observado en los indicadores de los Estados Unidos han incidido de manera considerable en el desarrollo y crecimiento de la economía.
La alta tasa de inflación debido a los precios de los alimentos, la energía y los persistentes desequilibrios entre la oferta y la demanda ha sido el denominador común, especialmente en Estados Unidos y las principales economías europeas, que se ha traducido en el endurecimiento de las condiciones financieras.
Aunado a la dura política de China consistente en los confinamientos para contener los brotes del covid-19, así como la profundización de la crisis del sector inmobiliario, se adicionó otro shock, el provocado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
En EE.UU., la pérdida de poder adquisitivo…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py