Los productores buscan comercializar sus tomates a un precio razonable en el mercado interno.
El horticultor de Caaguazú, Gregorio Ocampos, explicó que el principal problema en la zona es el precio que ofrecen los intermediarios, quienes quieren pagar entre G. 1.500 y G. 2.000 por kilo en finca, un monto que consideran insuficiente para cubrir los costos de cultivo y la mano de obra.
El productor señaló a este medio que se sienten “abandonados” por el Gobierno, razón por la cual…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
