El declarado objeto de la ley es “promover la profesionalización, la meritocracia y la transparencia en la administración pública”, pero fue exactamente eso lo que se adujo, con idénticas palabras, cuando se aprobó la ahora derogada Ley 1626/2000 “de la función pública”, que fue sistemáticamente pasada por arriba, olímpicamente incumplida, además de permanentemente perforada por medidas cautelares, recursos de amparo y acciones de inconstitucionalidad aceptados por…
Leer la nota completa: Aquí
Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
