Lisandri Martínez cuenta que su madre, Claudia Ovelar fue diagnosticada de cáncer de cuello uterino el año pasado, cuando su mamá tenía 43 años. La enfermedad fue perversa, tuvo poco tiempo para luchar contra la enfermedad y más porque no consiguió los medicamentos para realizar un tratamiento a tiempo. Cuando accedía era gracias a las fundaciones que ofrecen ayuda a los enfermos dentro del Instituto Nacional del Cáncer (Incan).
“Ella fue diagnosticada el año pasado. Se hizo las primeras quimioterapias, y luego consultó con su médico, que le explicó que la enfermedad no desapareció. Empezó a hacer otro tratamiento que no pudo terminar. Debía hacerse cada 21 días, y solo pudo alcanzar dos sesiones porque no…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py