Su hija Mia tenía apenas tres años cuando Edith Lemay notó que algo no estaba bien. Porque cuando Mia caminaba por la noche por la casa, chocaba sospechosamente y de manera frecuente con los muebles.
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Y pasarían años hasta que Lemay y su esposo Sebastien Pelletier lograran llegar a un diagnóstico claro luego de tests genéticos: tres de sus cuatro niños padecen la enfermedad ocular retinitis pigmentosa, que en su estadio final suele conducir a la ceguera.
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Un especialista aconsejó a la pareja que llenara la memoria visual de los niños con sensaciones y además les mostrara, por ejemplo, imágenes de elefantes en libros.
“Y ahí algo en mí hizo clic”, relata Lemay. “Yo…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py