Desde su irrupción en la década de los 70, Diane Keaton se convirtió en mucho más que una actriz; fue un faro de autenticidad. Con un estilo andrógino que rompió moldes y una habilidad innata para la comedia neurótica, se consolidó como la musa de Woody Allen en películas que marcaron a toda una generación. Su interpretación en “Annie Hall” no solo le valió un merecido Oscar, sino que inmortalizó un arquetipo de mujer moderna, independiente y maravillosamente imperfecta. Su…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
