Máximo Thomsen rompió el silencio y declaró en el marco del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, por el que está imputado junto con otros siete rugbiers.
Thomsen, señalado como el líder del grupo que agredió a Fernando, intentó minimizar la golpiza que le propinaron a la víctima e indicó que para él solo fue una pelea.“Para mi fue una pelea. Un abrir y un cerrar de ojos”, expresó.
Las palabras del joven llegaron luego de que su mamá testificara. Esto aparentemente lo quebró, lo que motivó que pida hablar.
Otro de los detalles desprendidos de su testimonio fue que se encontraba en estado de ebriedad. “Estábamos mamados desde las siete de la tarde, solo quería comer”, dijo.
Igualmente,…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py