Lloraron cuando clasificaron a cuartos de final. Sortearon críticas y las dificultades de un país en crisis. Ahora Venezuela sirve vinotinto en la Copa América de Estados Unidos 2024, y lo bebe con sus compatriotas migrantes, que les garantizan ser locales.
Cuando los jugadores de la Vinotinto abordan el bus desde el hotel al campo de entrenamiento o al estadio, se vive un ambiente diferente. Su abordaje es pausado, sonriente. Hay alegría.
Saludan con generosidad, tienen contacto visual…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py