Uno de los mitos más populares al respecto del cuidado auditivo es que este no debe mojarse. Sin embargo, el oído está preparado para resistir estas situaciones, ya que está dividido en tres partes; la parte externa tiene un recubrimiento de piel que protege al oído interno, y por lo tanto, no se tiene inconvenientes a la hora de sumergirse.
El problema radica a la hora del secado, que comúnmente se realiza con hisopos, cotonetes o toallas. Secar el oído de esta forma muchas veces genera micro lesiones en el conducto auditivo y esto deriva generalmente en infecciones, como refieren especialistas otorrinolaringólogos.
En lo posible se debe evitar secar el oído por medios mecánicos como los mencionados anteriormente. Un método más eficaz es utilizar una o dos gotas de alcohol boricado en el oído. La acción del ácido…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py