En Hilario Ascasubi, 750 km al sur de la capital argentina, una hilera verde interminable se divisa en los cables eléctricos. Son las miles de aves que atormentan con sus ruidos a los casi 8.000 habitantes del lugar.
Las pilas de excrementos que dejan en las calles son la pesadilla de los vecinos y de los automovilistas cuyos parabrisas son blanco perfecto de los loros.
El municipio debió disponer cuadrillas especiales de limpieza y los vecinos organizarse para mantener la higiene de la…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py