Marco Antonio Fernández de 30 años, domiciliado en el Asentamiento Nueva Asunción de la compañía Tarumandy de la ciudad de Luque, es sindicado como el adicto que ingresó al Hospital General de Luque para robar caños de cobre de la sala de terapia intensiva. Los médicos pillaron la onda y procedieron a detenerlo, casi lo lincharon, cuentan. Cuando la policía llegó, lo entregaron. El hecho ocurrió en la madrugada de este martes.
En poder de Fernández se encontró aproximadamente un metro del metal de la conexión del oxígeno que funcionaba en la sala de terapia intensiva del nosocomio y que ayudaba a varios pacientes, entre ellos recién nacidos, quienes quedaron sin aire por unos momentos por culpa del chespi.
Finalmente el infeliz quedó preso, también tenía un cuchillo y una mochila.
La entrada ¡Locura total!…
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py