Los que están en la franja de pobreza son personas que, según el INE, están desocupadas o mal empleadas, no tienen acceso a una jubilación o pensión, cuentan con escolarización atrasada o simplemente son analfabetas, trabajan en plena adolescencia (entre los 10 a 17 años), habitan en una casa inadecuada, no acceden a agua potable y usan carbón o leña para cocinar, son personas accidentadas o enfermas excluidas, entre otros dilemas que entraña la privación de lo mínimo para lograr una vida digna.
No faltan aquellos que con cierta ligereza, o por mera ignorancia, se les escape un “es pobre porque quiere”. Quizás sea fácil decirlo, pero duro de asimilarlo y entenderlo.
Si fuera fácil abandonar la pobreza, no habría…
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Fuente: Ultima Hora – www.ultimahora.com