En su mensaje, el religioso no dudó en hablar con nombre y apellido de las actitudes que acaban con el ser humano: la codicia, la ambición sin límites, la impunidad con que se mueve el dinero, incluso a costa del sufrimiento de otros. Y lo hizo con un tono firme, sin medias tintas, haciendo un llamado urgente a volver a los valores esenciales: la honestidad, el desapego, el servicio y la solidaridad.
“La idolatría del dinero nos está destruyendo. Cuando uno tiene el corazón apegado a…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
