La emblemática escuela Básica N° 2.761 que lleva hasta el nombre de la ciudad “Villarrica del Espíritu Santo”, ubicada en pleno microcentro, hace dos años cuenta con un pabellón con cuatro aulas clausuradas por peligro de derrumbe y a menos de un mes del inicio del año lectivo 2024 no se avizora una pronta solución.
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El año pasado, los niños culminaron las clases en la cocina comedor, biblioteca y hasta en un depósito, y para este año ya no se garantiza la integridad de los chicos, según reclamó la directora Noelia Guillén Lobos.
“Considero no comenzar las clases en esta institución por el peligro de derrumbe que tenemos, todo el pabellón con cuatro salas se encuentra en deplorable estado, se está cayendo a pedazos y representa…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py