“Histórico”. “¡Hemos esperado 36 años!” Una enorme alegría se desató en Marruecos, que llega invicto a los octavos de final de la Copa del Mundo por primera vez desde 1986.
Las escenas de júbilo estallaron por todas partes en un país apasionado por el fútbol, desde Casablanca hasta Rabat, desde Marrakech hasta Salé, desde los barrios ricos hasta los de clase obrera.
En la avenida Mohammed V, la principal vía de la capital, los hinchas vestidos de rojo, envueltos en la bandera nacional con la estrella verde, encendieron bengalas de humo en medio de un ensordecedor estruendo de bocinas.
La lluvia, que había sido protagonista desde por la mañana, tuvo la amabilidad de parar un poco antes del pitido final.
Hombres, mujeres y niños abarrotaban los cafés, las preciadas sillas ya ocupadas horas antes. Algunos bancos incluso…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py