Samuel Clevert, presidente de la organización, junto a su equipo de voluntarios, visitó la institución tras recibir el pedido de auxilio de la comunidad educativa. Al llegar, constataron una precaria infraestructura, con paredes agrietadas, pisos y puertas destruidas, goteras y sectores con riesgo de derrumbe.
“Es un ambiente triste e inaceptable para que los chicos estudien”, lamentó Clevert, quien resaltó la gravedad de la situación: no cuentan con agua potable, ni acondicionador…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
