La evolución del endeudamiento se ha caracterizado por un rápido crecimiento del pago de intereses y a eso hay que agregar el vencimiento de los plazos para la devolución del capital que se avecinan en los próximos años. El endeudamiento no es malo en sí mismo. El problema radica en el uso de los fondos y quién los termina pagando. No hay duda de que Paraguay necesita avanzar en infraestructura, objetivo del endeudamiento, según las sucesivas autoridades económicas. Sin embargo, si esa infraestructura no redunda en bienestar y si además es financiada con un sistema tributario injusto, claramente se evidencia un problema no solo económico, sino también político y ético. El próximo gobierno deberá asumir una herencia con fuertes connotaciones negativas.
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Fuente: Ultima Hora – www.ultimahora.com