El exnúmero uno del mundo en el tenis, el británico Andy Murray, es multicampeón de Grand Slam y acumula muchos títulos en su prolífica carrera, pero no se imaginó que la gran decepción en el deporte raqueta vendría en un puesto distinto, el de entrenador.
¿Cómo fue su primer tropiezo como entrenador? Vino de nada más y nada menos de su pequeña hija de cinco años, que puso “punto final” a su carrera tenística con una carta escrita por la niña y que el propio Murray compartió en su Instagram.
En la carta de la pequeña se puede ver un dibujo de ella misma jugando al tenis y una cruz roja gigante tachando al dibujo, haciendo más obvio el rechazo al deporte que tiene la niña.“Querido papi, no voy a jugar tenis por un tiempo, mucho amor, Eddie”, fueron las palabras de su pequeña hija.
El tenista escocés, “consternado”…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py