Valenzuela inició su predicación con una frase contundente: “El que no trabaja, no come”, sentando el tono crítico de toda la homilía. Según explicó, la falta de oportunidades laborales empuja a muchas personas a la pobreza, mientras desde el Estado no se generan condiciones para un desarrollo real y sostenido. Para el obispo, la desigualdad en el acceso al trabajo se convirtió en un síntoma de un país que, pese a su crecimiento económico en cifras, no logra traducirlo en…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
