
Celular en mano, cientos de personas inmortalizan el pebetero elevándose sobre el cielo a bordo de un globo aerostático, una nueva atracción turística en el París olímpico que ilumina sus ojos y el anochecer de la capital.
El ambiente es mágico. La omnipresente lluvia de los dos últimos días ha dado pasó a un tímido sol, que tiñó de naranja y rosa el atardecer en los jardines frente al Museo del Louvre, desde donde se contempla asomarse la Torre Eiffel.
“Es muy emocionante”,…
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Fuente: Versus – versus.lanacion.com.py