Un suboficial policial de nombre Teresio (34) fue a despedir a un familiar que fue llevado a su última morada: el cementerio de Minga Guazú. El Poli estacionó su vehículo en el predio del camposanto y fue a participar del sepelio.
Al volver, en medio de la tristeza y el dolor que significa despedir a un ser querido, el suboficial se encontró con una sorpresita que lo puso aún más afligido. Su arma de fuego, tipo pistola, calibre 9 mm, lustre negro, de procedencia israelí, fue hurtada por unos “tortoleros”, quienes rompieron el vidrio de su rodado y se apoderaron del objeto.
El hecho fue comunicado al Ministerio Público, cuyo personal está verificando los videos de las cámaras del circuito cerrado de las inmediaciones, a fin de identificar a los supuestos autores. Esto en el marco de las primeras diligencias…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py