En esos casos por lo menos queda la resignación de no poder luchar contra las leyes de la naturaleza; la muerte es una sentencia que no podemos apelar y en algún momento, ya sea por fuerzas espirituales o terrenales o por algún otro subterfugio, alcanzamos el consuelo.
Más, lo que están viviendo los familiares del suboficial Edelio Morínigo, de Félix Urbieta y de Óscar Denis, es más cruel que eso y no se puede alcanzar a dimensionar. Es una muerte en vida, un calvario, una impotencia que se renueva día a día y que no tiene respuesta.
El secuestro es una de las expresiones de violencia sociopolítica que está golpeando con fuerza a nuestro país. Es uno de los azotes que está abriendo heridas cada vez más profundas.
No…
Leer la nota completa: Aquí
Fuente: Ultima Hora – www.ultimahora.com