Algunos habían dormido hasta dos noches en la calle, pese al frío y la lluvia, como Anne Daley, de 65 años, segunda de una larga cola. “Renuncié a dos noches de comodidad por alguien que dio 70 años de compromiso infatigable al mundo, no es nada”, dijo a la prensa.
Tras la larga espera, pasaron apenas unos segundos frente al féretro de la reina, cubierto por el estandarte real y la corona imperial, en Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento británico.
Desfilaron a ambos lados del alto catafalco púrpura, situado sobre un zócalo de cuatro peldaños y protegido por guardas en uniforme de gala, al que no podían acercarse. Algunos hacían una reverencia, otros…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py