A veces pienso que soy medio neurótica, porque se bien que me miente, pero siempre termino perdonándolo. Soy un mujerón, inteligente, bella, culta, tengo un buen trabajo, admiradores no me faltan, dicen que soy buenísima, pero creo que estoy con el hombre equivocado. Me enamoré de un tipo churro, simpático, muy buena gente, su único defecto: ¡Ser un mujeriego!
Constantemente descubro sus andanzas, parece un niño malcriado que quiere desobedecer a la mamá que le pide que se porte…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py