Que la desconfianza ciudadana, un pegajoso contrapunto que acompaña a ese ritmo casi vertiginoso, tampoco está en duda, pese a los últimos intentos estatales de convencernos de que trabajan por la pregonada “redundancia”.
Las exclamaciones pródigamente polifónicas cuando un “parpadeo” del sistema interrumpe nuestras labores o la catarata de improperios que nos ensordece cuando un apagón nos deja en la oscuridad, son apenas los botones del muestrario.
Crece la demanda de energía…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py