Cuando Cándida Arévalos y Gerardo Martínez se conocieron en el hospital de Clínicas, sus corazones estaban vacantes y en resignada espera. Él un guapo guardia de seguridad. Ella, un hermoso personal del Servicio de Lavandería y Costurería del nosocomio.
Lo que no sabían es que el amor estaba agazapado y a la caza de enamorados desprevenidos en el hospital de Clínicas. Allí, hace 17 años, formaron una hermosa relación. Pero faltaba la frutillita a la torta: casarse. Finalmente, los funcionarios enamorados se animaron y eligieron un lugar especial para unir sus vidas en matrimonio. Si, casaron en el hospital, allí donde el amor nació entre ellos.
Doña Cándida y don Gerardo sellaron el…
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Fuente: Diario Crónica PY – www.cronica.com.py