Los antecedentes del caso refieren que las agresiones sexuales se produjeron en reiteradas ocasiones durante aproximadamente dos años en una vivienda.
La primera vez fue a mediados del año 2020, ocasión en que el hombre aprovechó la ausencia de su pareja para someter a la fuerza a la niña, quien ese entonces tenía 11 años.
El agresor amenazó a la víctima que en caso de delatarle, le mataría a ella y a toda su familia. Luego, los abusos fueron sucediéndose constantemente cada vez que la niña quedaba sola con el condenado, quien hasta llegó a suministrar varias veces a la víctima pastillas anticonceptivas, y ésta incluso relató que intentó suicidarse en varias oportunidades a causa de estos hechos.
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El hecho quedó plenamente probado…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py
