A partir de ahora, las residencias oficiales y privadas de la reina, pasarán a ser de Carlos III y las que a él le pertenecían, se trasladarán a su heredero. Por esta razón, el nuevo monarca deberá despedirse de sus anteriores casas, campos y palacios, según publican medios y agencias internacionales.
Desde 2003, su residencia oficial en Londres ha sido Clarence House. Pero se espera que en breve se traslade al Palacio de Buckingham.
También tendrá que despedirse de su casa de campo Highgrove, que adquirió en 1980, propiedad que se destaca por la perfección de su compromiso medioambiental.
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Fuente: Ultima Hora – www.ultimahora.com