Antes de entrar a la sala del juez, Granada y su esposa se dieron un beso, casi un piquito. Los comentarios de periodistas se sucedían: “Le perdonó”, “funcionó la terapia de pareja”, “es una pantalla”, “estrategia de su abogado”, ensayaron los colegas sobre el mediático en desgracia.
La hipótesis de la estrategia de la defensa, parece llevar la delantera. Esto se acrecienta con la linea bajada en el juzgado: Arias habló del historial de familia del comunicador, y que los ataques, que se trasuntan en las denuncias, no tienen fundamento.
LO QUE LE ESPERA
El periodista Granada estará 15 días en la sala de admisión del penal de Tacumbú. Pasado ese tiempo, las autoridades penitenciarias deberán decidir en cual de los pabellones o sitios de la cárcel pasará a ser su lugar de reclusión.
El largo trecho que…
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Fuente: HOY PY – www.hoy.com.py