Una multitud asistió anoche a la celebración eucarística que fue oficiada por el cardenal, monseñor Adalberto Martínez, en Luque. Reflexionó sobre la familia, las ideologías, la drogadicción, y sobre todo pidió perdón en nombre de la Iglesia, por los daños ocasionados y reconoció que existen muchas falencias.
La misa duró más de dos horas pero el religioso recibió una gran muestra de afecto de parte de la feligresía luqueña que lo llenó de obsequios y aplausos.
“La Iglesia también tiene su cuota de responsabilidad. Esta grieta entre la fe y la vida de muchos bautizados, evidencia que los valores evangélicos no han permeado los criterios de juicio y la conciencia de los bautizados”, dijo el cardenal.
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py