En un tono profundamente humano y profético, el prelado cuestionó la indiferencia de la sociedad y de las instituciones ante el dolor de los más humildes, y advirtió sobre la necesidad de construir una Iglesia y una comunidad que se agache para levantar a quienes hoy están caídos.
“La pobreza no es una cuestión social ni una estadística, es una cuestión familiar, porque los pobres son nuestros hermanos. No podemos mirar para otro lado cuando hay quienes no tienen techo, que viven…
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Fuente: Abc Color – www.abc.com.py
