El Dr. Carlos Morínigo, de INERAM, comentó que intervinieron a un bebé de 1 año 9 meses tras comer sandia, pues la semilla quedó en la tráquea y le ocasionaba tos y dificultad respiratoria. “Niña de 1 año 9 meses de mi querida Villarrica, comiendo sandia inicia tos intensa y dificultad respiratoria rápidamente derivada al INERAM. No ocurrió la asfixia de la niña por dos motivos. Se actuó a tiempo evitando que se inflame más la tráquea y se tranque la semilla en la zona más estrecha. La semilla tiene la coraza dura que permite que no se hinche la semilla, si era maíz, poroto, maní, iba a ser otra la historia”, soltó.
Instó a los padres a sacar la semilla de la sandia para darse a los menores de 5 años. “Ahora que es época apetitosa de sandia fría, cuando den a los niños eliminar toda la semilla sobre todo…
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Fuente: Diario Popular – popular.com.py